Los misterios de la existencia | La culpa, la vergüenza, el miedo
“Nos hace sentirnos fracasados”
Alejandro Bravo Pérez*
El instante ocurre en este preciso momento, y es en este instante que todo es un suceso. Un ocurrir, un ir siendo, aunque al mismo tiempo, se deja de serlo. Es este santiamén llamado presente, que se convierte sin darme cuenta en un instante del pasado, porque al mismo tiempo, todo lo que hago, está inclinado al futuro. Solo cuando yo muera, dejaré de ser todo ese flujo de existencia, quedando fijado en el recuerdo y en lo que alguna vez pude llegar a ser.
Aunque, mientras esté vivo, puedo hacer algo. Puedo moverme a diferentes lugares, direcciones y posibilidades, siempre habrá. No importa qué evento esté viviendo en mi vida, siempre existe la posibilidad. Aunque, si yo las tomo y me apropio de ellas, eso ya será mi elección, como también dejarlas y no tomarlas. Aunque algo curioso ocurre en ese proceso de tener que elegir, porque al hacerlo, también renuncio ¿y cómo saber si lo que elijo es lo correcto? ¿Cómo saber si lo que renuncié pudo haber sido una mejor opción?
Según Alan Watts; “un individuo no empieza a estar verdaderamente vivo, hasta que no se pierde a sí mismo”. Sólo hasta que no se deje aferrar angustiosamente a la vida propia, a las propiedades, a los títulos, a la reputación, no se sabrá quién realmente puede ser. Solo hasta que uno se siente realmente perdido, podrá saber qué camino elegir.
Renunciar a lo que estoy siendo hoy, es renunciar al compromiso y al deber de ser alguien. La mayoría de las veces que elegimos un trabajo, está motivado porque económicamente nos conviene, aunque en el fondo, sea algo que no nos apasiona o nos guste. La estabilidad y la seguridad de poder comprar algo para comer, cómo contar con los servicios básicos, nos llevan en un punto de nuestras vidas a renunciar a nosotros mismos, a nuestros sueños, a nuestras pasiones.
De pronto, sin darnos cuenta, nos experimentamos ansiosos, cansados, nerviosos, toda consecuencia por la constante lucha que hay con uno mismo. Una pelea por no poder aceptar quién se está siendo, contra la imagen que se desea tener de uno mismo. Una batalla que genera una profunda crisis existencial y que, como resultado, nos hace sentirnos fracasados.
La parte que negamos de nosotros mismos, es algo que debe comenzarse a mirar con diferentes ojos, cambiar la mirada del rechazo, por la de la aceptación. Porque esa parte que se niega, es finalmente quien se es, es una parte de uno mismo. Pero hacerlo es tan complicado, como querer tapar al sol, con un solo dedo de la mano.
La batalla que hay entre el rechazo y la aprobación, es el resultado de todo intento de renunciar o aceptarse como se es. Pero es más sencillo renunciar e intentar matar una parte de quien se es, ocultarlo con una apariencia o máscara social, aunque en el fondo no se deje de experimentar que se está fallando a uno mismo, es entonces, que la culpa, la vergüenza, el miedo, aparecen y hace que uno mismo termine todavía más angustiado, los sentimientos negativos y agresivos contra uno mismo, son al final una manifestación de la resistencia por ser quien se es.
En esta experiencia, no sólo es el rechazo que se siente contra uno, ahora hay uno segundo, que implica el rechazo por lo que estoy sintiendo. Lo que hace que, con el paso del tiempo, uno se agote, existencialmente hablando y termine ahogado en una especie de sufrimiento.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima.
Alex Bravo.
Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.
