Los misterios de la existencia | El suicidio en los niños
“Pérdida, sufrimiento y estrés”
Alejandro Bravo Pérez*
¿Especular lo impensable? o ¿intuir lo incomprensible? Cuestionamientos que me llevan a reflexionar en una sobria tragedia, que parece, pocos se atreven a mencionarlo. El suicidio en los niños.
¿Por qué un niño que tiene toda una existencia por delante, opta por quitarse su vida? Un acto que es imposible ignorar. Los organismos internacionales han recomendado al Sector de Salud, como a las diversas Asociaciones Civiles a crear campañas que propicien una mayor conciencia, de tal manera que este “acto” pueda prevenirse.
Aunque los números exponen que “cada año, más de 703.000 personas se quitan la vida tras numerosos intentos de suicidio, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos”. ¡Una muerte cada 40 segundos! Significa que para cuando se termine de leer este artículo, una persona habrá tomado una elección fatal y otra más se preparará para hacerlo.
Paralelamente el suicidio visto en los niños como en los adolescentes, arroja los siguientes datos; “anualmente 100.000 adolescentes se suicidan en el mundo, y por cada suicidio se registran entre 10 y 20 intentos”, lo que significa que para cuando este día termine, 10 niños o niñas, habrán intentado poner fin a su existencia, 10 más, lo estarán divisando.
¿CUÁLES SON LOS MOTIVOS QUE IMPULSAN A UN NIÑO PARA QUE INTENTE QUITARSE LA VIDA?
Desde que la OMS declaró al Covid-19 como una pandemia en marzo de 2020, los intentos de arrebato contra la vida propia, lo asocia a que más individuos experimentan pérdida, sufrimiento y estrés. Desde esta declaración, el niño que se quita la vida, es aquel que experimentó la pérdida de algo, vivía en sufrimiento o estaba bajo altos niveles de “estrés”. Pero, algo interesante ocurre con todos estos datos, al final, solo son cifras, estadísticas, más no revela la experiencia de cada uno de esos niños y niñas, lo que les empujó a tomar el intento de esa elección fatal, será un misterio para los datos cuantitativos.
En palabras de Boris Cyrulnik; “La amenaza de muerte que un niño percibe a su alrededor desempeña un papel decisivo en la representación que se hace de sí mismo. Cuando cree que su padre matará a su madre durante una discusión violenta, cuando un miembro de la familia es hospitalizado por tentativa de suicidio, cuando se sufre la muerte de alguien cercano o se murmura que ha atentado contra su vida, cuando la guerra o la precariedad social obligan a pensar en la muerte cada día, cuando los filmes o la información da de la condición humana una representación mortífera, el niño se familiariza con la idea de muerte.”
Los niños son observadores todo el tiempo de su entorno, aprenden y crecen imitando lo que ven en él. Si el niño miraba que su padre alcoholizado lloraba y decía en voz alta, “me quiero morir”, “es mejor si me muero”, se habrá familiarizado con la experiencia y la verá como una forma única de ser.
Cuando “la información es una representación mortífera” es un peligro para los niños. Entonces, cuando un niño no crece mirando a su padre, pero si lo hace quizás viendo algún programa con clasificación “R” en la televisión o en algún contenido en un celular, eso me hace pensar en lo que encuentra, y que, al verlas, puede exponerse a aprender o incluso, a repetir como primera instancia, lo que ve.
¿Qué nos está diciendo el aumento de intentos de suicidio en los niños y jóvenes? ¿Qué es lo que no queremos ver o escuchar, que los hace querer arrebatarse en un conato su propia existencia? ¿Será acaso que influye todo el avance tecnológico, para que estas cifras vayan en aumento o, sigue siendo un efecto de lo que la última pandemia nos dejó?
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima.
Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com
