Los misterios de la existencia | El riesgo que hay en existir
“Somos dueños de nuestra existencia”
Alejandro Bravo Pérez*
Es molesto no tener la certeza de poder prever con exactitud las consecuencias de cada una de nuestras elecciones, ni tampoco poder conocer que nos perdemos, al momento de no elegir la otra posibilidad o de renunciar a ella. Lo que sí es un hecho, es que cada decisión puede tener influencia en otros.
Recuerdo que en un punto de mi vida, me encontré con el dilema de tener que elegir entre ser maestro de Tae Kwon Do o dedicarme de lleno a mi formación como Terapeuta Existencial, por un año postergué renunciar a una posibilidad, decidiendo no querer elegir.
Han pasado cinco años desde ese día, y en ocasiones cuando extraño el dar clases a mis alumnos y alumnas en el Dojang (escuela) y hacer formarlos en el tatami (área de combate) me hace sentirme impotente, de no poder saber con absoluta certeza, si a lo que me dedico hoy es mi verdadera vocación. En realidad, puede llegar a ser frustrante no tener la certeza completa de lo que nuestra vida, a excepción de nuestra muerte, todo acontecimiento venidero, es y será una incógnita.
En palabras de Ignace Lee; “nada en nuestra vida está prescrito”. Este es uno de los fundamentos existenciales, no existe ningún decreto de cómo vamos a vivir, ni un destino que está escrito y debamos cumplir. Somos dueños de nuestra existencia, estamos solos en este asunto de existir.
Cada una y cada uno, debe construir por sí misma y por sí mismo su propia existencia. Es cierto que las condiciones en que vivimos son diferentes y que no se nace con las mismas posibilidades, pero, aun así, se puede elegir tener una actitud ante ellas. Creer que, si el hijo de unos padres que no tienen estudios y están atorados en la miseria, es un patrón que se repetirá en aquel niño, es negarle la oportunidad de que en un punto de su vida él pueda elegir salir de ese círculo para expandirse en otros más y cambiar su destino social.
Cuando alguien se encierra en el fatalismo y victimismo, hay muestra de temor por hacer toma propia de las responsabilidades, miedo por adentrarse a los riesgos y misterios de la existencia.
Hasta los animales salvajes, cuando son encerrados en una jaula, intentan escapar, luchan para salir de esas jaulas. La diferencia entre esos animales capturados por el hombre, yace en que es el mismo ser humano quien elige encerrarse en su propio calabozo y crea sus propios barrotes.
De entre todos los seres vivos de este planeta, el ser humano es el único hasta donde se sabe, que posee un nivel de conciencia para pensarse y salvarse de su propio encierro. El riesgo que hay en existir, precisamente radica en nuestra libertad y responsabilidad. Quizás nunca sabré qué habrá sido de mí, si me hubiera quedado en mi escuela de Tae Kwon Do, ni tampoco sé, que me depara este camino que hoy recorro en los siguientes cinco años, pero sí algo sí estoy seguro, es que soy libre de elegir y renunciar en cada porvenir.
En el presente estamos siendo y dejamos de ser, y aun así, nada nos impide ser verdaderamente responsables de nuestra propia existencia.
Mi nombre es Alex Bravo y cuento con la formación como Terapeuta Existencial y solo quiero externarte, que si en un momento, sientes que algo no va bien y que frente a lo que sea que estés sintiendo, no estás sola, no estás solo. Ya sea a distancia o de manera presencial, estoy con la mejor disposición de escucharte.
Hasta la próxima.
*Terapeuta Existencial
Correo: cypesc@gmail.com