La Familia | Vive tu edad

La Familia | Vive tu edad

“Toda edad tiene sus propios frutos; hace falta saberlos recoger”.

Raymond Radiguet

 

Susana Sánchez*

La edad promedio del ser humano es, según las estadísticas, de 80 años más o menos; esto quiere decir, que, si bien nos va, todos tenemos muchas oportunidades de hacer nuestra vida como la queremos vivir, siendo muy conscientes de la edad que tenemos y sacándole el máximo provecho a ella.

Esta frase: “vive tu edad” resulta ser una frase muy útil a la hora de educar a nuestros hijos, el hacerles ver que tienen tiempo para hacer las cosas que quieren hacer sin adelantarse, pero tampoco sin estancarse. Todo llega a su tiempo y no hay prisa por crecer, tampoco hay que estancarse.

Y es que, cada vez con más frecuencia vemos niños vestidos de adultos chiquitos, adolescentes queriendo hacer las cosas que hacen los jóvenes, jóvenes con miedo a volar, adultos de mediana edad sintiéndose adolescentes y adultos mayores que niegan su edad. Vivimos en una época de familias confundidas

Este es un fenómeno que nos puede llegar a impedir vivir la edad que realmente nos corresponde con plenitud, con alegría y con agradecimiento.

A los hijos debemos hacerles ver que cada año es una oportunidad única de vivir a plenitud la edad que les corresponde, sacándole jugo a sus años y disfrutando su edad, sin querer correr porque lo que quieren hacer, de todos modos, lo harán, pero cuando llegue el tiempo oportuno, así pues, si son niños chiquitos les tocará ir a fiestas, vestirse como niños, ser ruidosos, inquietos y juguetones.

De igual manera, no debemos permitir que nuestros hijos adolescentes intenten hacer cosas de adultos, tomar alcohol antes de tiempo, tener relaciones sexuales, tomar decisiones de vida o hacer cosas que no les corresponden; lo suyo es estudiar, hacer amigos, convivir sanamente, ir a fiestas, empezar a madurar.

Los jóvenes, por su parte tienen la magnífica oportunidad de estudiar, de ir construyendo su vida a futuro, de soñar, de idealizar, de formar un patrimonio y una familia, de volar y de volverse independientes.

Los adultos, dependiendo de la etapa de vida que estemos viviendo debemos asumirla con responsabilidad y con madurez, con una “filosofía de la longevidad”, preparando nuestra vejez desde ahora y preparándonos para vivir los años que nos quedan sin renunciar a los planes, proyectos, pasiones y con todas nuestras capacidades.

 

Y en todas las edades, valorar lo que comemos, mantener una actividad física, cuidar las conexiones mente/cuerpo, potenciar las relaciones personales con los demás, manejar bien el estrés, mantener el peso adecuado y alimentar adecuadamente nuestro espíritu. El refranero español lo resume perfectamente: “Poco plato, mucho trato y mucho zapato”.

Esto no es de ninguna manera conformismo ni resignación, tampoco es apatía o mala actitud; si sabemos que la edad que tenemos es la que debemos disfrutar, esto nos hará vivir alegría optimista, sabiéndonos muy felices de vivir esta vida en la que estamos

Y así, como bien señala el prestigioso filósofo francés Pascal Bruckner. En su libro “Filosofía de la longevidad” “La juventud posee belleza, dinamismo y curiosidad, pero es la edad mimética, la que, a tientas, tropieza y sucumbe a las modas y a las ideologías”. También habla de la nobleza en el envejecimiento: “Hay ancianos hermosos y magníficos. Son los aristócratas del tiempo”.

*Maestra en Educación Familiar 

**Las opiniones plasmadas son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.

 

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