La familia | Para prevenir
“El embarazo adolescente en México es un fenómeno que tiene una alta incidencia y múltiples consecuencias”
Susana Sánchez*
El 26 de septiembre se conmemoró en nuestro país el Día Nacional para la Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes, que fue instaurado por primera vez en México en 2006, con el propósito de sensibilizar a la población con respecto a este tema, que impacta la salud y el desarrollo social y económico.
México ocupa el nada honroso primer lugar a nivel mundial en embarazos en adolescentes entre las naciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad.
Esto es un dato escandaloso, el embarazo adolescente en México es un fenómeno que tiene una alta incidencia y múltiples consecuencias.
Una de ellas es la deserción escolar: es común que las adolescentes que estudian resulten embarazadas e interrumpan sus estudios y, con posterioridad al nacimiento, solo algunas regresan a la escuela.
Debemos entender que los embarazos en adolescentes son un problema familiar y social que nos compete a todos. Ser padres es una gran responsabilidad, un adolescente no está preparado para esta tarea, debe renunciar a la preparación, estudio, trabajo, etc. Tiene mayor riesgo en su salud y la del bebé; además, su hijo suele tener desventajas económicas y sociales.
Los padres estamos obligados a tratar con seriedad este tema con nuestros hijos adolescentes; hacerles saber que la adolescencia es una etapa donde el individuo busca saber quién es, cómo es y hacia dónde se dirige, que es una etapa significativa en la vida del ser humano donde se define e integra la personalidad del individuo y se dan los cambios que son relativamente permanentes, ya que el crecimiento dura toda la vida. De aquí se parte para la etapa adulta.
Como personas, debemos preparar a cada hijo para hacerlo capaz de expresar el amor entre hombre y mujer, con toda su riqueza física, afectiva y espiritual, hacerles saber que la interioridad humana asume la diferenciación sexual, el impulso sexual y lo transforma, lo eleva, y que es a partir de la realidad amorosa cuando la sexualidad humana cobra todo su sentido, desde el punto de vista teórico y existencial.
Ahora bien, culturalmente, la sexualidad está maltratada por la cultura en el ambiente, y en el entorno hay una franca invitación al sexo sin amor y sin compromiso; los medios de comunicación promueven las relaciones sexuales y el erotismo. La palabra sexo es la palabra más buscada en el Internet, el 12% de las páginas de Internet está dedicado a la pornografía. Es decir, la hipersexualización está todo el tiempo en los contenidos de lo que vemos (películas, televisión, revistas, redes sociales, música). El ambiente que les rodea, el bombardeo publicitario y los modelos que observan, hace que se comparen con ellos y creen, erróneamente, que son menos que los demás.
Hay que decirles que la relación sexual con amor auténtico, es una relación de persona a persona, donde al dar mi cuerpo doy la totalidad de lo que soy. El sexo es una realidad maravillosa que debe estar enmarcada por el amor y el compromiso, ya que, cuando se usa de forma superficial y ligera, corremos riesgos en nuestra salud física y psicológica, comprometiendo nuestra felicidad.
Por el contrario, las relaciones fuera del compromiso matrimonial traen como consecuencia: sentimientos de vergüenza, culpa, soledad, baja autoestima y abandono.
Algunos factores psicológicos que influyen en las relaciones sexuales a temprana edad pueden ser: el miedo a estar solos, el sentirse adultos, la ausencia de afecto, el querer realizarse como mujer o como varón, la curiosidad sexual, entre otros.
Las consecuencias de la sexualidad sin amor y compromiso son: la pornografía, la masturbación, el aborto, la prostitución, la disforia de género y las enfermedades de transmisión sexual.
En cambio, si elevamos el amor al plano espiritual, que también le corresponde al ser humano por ser cuerpo y alma, éste será fuerte, duradero y consistente.
Además, ellos deben saber que, al no ejercer su sexualidad antes de tiempo, tendrán como ventajas que nunca tendrán que preocuparse de un embarazo, no contraerán ninguna enfermedad de transmisión sexual, no tendrán sentimientos de culpa; además de ganar independencia y seguridad personal, aprenderán a ejercer autocontrol y dominio y sabrán que valen y los quieren por lo que son y vivirán cada etapa de su vida con plenitud.
Muchas cosas en juego como para no hablar del tema.
*Maestra en Educación Familiar
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