La familia | Infancia igual a destino
“Es la etapa de la construcción de los cimientos de todo ser humano…”
Susana Sánchez*
Esta frase atribuida a Sigmund Freud y de todos conocida sirve para recordarnos que en la niñez es donde se construye gran parte de la persona humana, nuestro carácter y temperamento se forjan en esta etapa tan importante de la vida y es, en gran medida lo que marca nuestro destino, que, aunque no está determinado si está orientado.
El concepto de infancia aplica a la primera fase del desarrollo del ser humano comprendida entre el nacimiento y la adolescencia, es la parte de la vida que nos ayuda a generar muchas de las herramientas que como adultos necesitaremos para afrontar la vida y ser felices en ella.
Es la etapa de la construcción de los cimientos de todo ser humano, el momento donde se consolidan todas las bases en las que se sostiene una persona con toda su integridad. De ahí la importancia de garantizar a todos los niños una vida feliz, tranquila y llena de cosas lindas.
En este día del niño que se aproxima me gustaría aprovechar la fecha para comentar algunos puntos sobre la niñez de nuestros hijos, y de paso para reflexionar sobre la nuestra.
Podemos decir que la niñez o infancia es ese primer periodo de la vida de las personas que comprende desde el nacimiento al principio de la adolescencia, muchos autores hablan de la importancia que tiene esta etapa en la vida de una persona, Y es que muchos de los constructos psicológicos y emocionales se forman aquí, y es fundamental buscar el que los niños vivan su infancia de manera que se sienten las bases que los haga adultos sanos psicológica y emocionalmente y que nosotros como sus padres les brindemos desde el inicio las herramientas necesarias para lograr ese objetivo.
En la actualidad hay más de mil quinientos millones de niños, todos viviendo circunstancias diferentes en todos lados, habrá infancias felices, pero habrá otras que no tanto y otras francamente difíciles.
Valdría la pena preguntarnos como están viviendo nuestros hijos su infancia, o que tienen en su mente y en su corazón sobre como la vivieron si es que ya la han pasado- un valioso ejercicio de formación es hacerles preguntas como que sienten, que piensan, si son felices, si sienten que algo les falta en su vida.
Asimismo, es fundamental que nosotros mismos recordemos nuestra infancia y subsanemos aquello que como niños no nos gustó y ahora como adultos tenemos la posibilidad de sanar. Es importantísimo conectar con nuestro niño interior para poder avanzar y dejar atrás lo que no abona de nuestra propia infancia.
Nuestra chamba como familia será no solo ejercer las funciones sociales de toda familia como lo son la transmisión de la vida, la socialización, la atención física, mental y médica, la educación en valores, o las aspiraciones de identidad cultural, religiosa y nacional, sino también las funciones psicológicas como lo son el desarrollo pleno de una autonomía personal y funciones de capacidad de auto trascendencia, pero sobre todo el enseñarles el verdadero sentido de la vida.
La familia debe brindar a los hijos factores de protección como lo son un hogar seguro con relaciones sentimentales sanas, con tiempo de calidad, con una salud física y mental optima, con roles claros y con muchos ejemplos.
El mejor regalo que les podemos dar a nuestros niños en su día es el hacerlos sentir muy queridos, muy seguros, muy aceptados y protegidos, el ponerles mucha atención escuchando sus sentimientos, aceptando sus emociones, canalizando positivamente sus miedos y enseñándoles que no importa lo que pase, sus papás estarán siempre para ellos.
¡Feliz Día del Niño¡