La Familia | Fortalecer la familia
“Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen”
G. K. Chesterton
Susana Sánchez*
En innumerables ocasiones hemos hablado aquí de la vital importancia que tiene la institución familiar en la sociedad entera y de lo que con acciones pequeñas y constantes podemos hacer cada uno en casa para fortalecerla, revitalizarla, protegerla y promoverla.
Es imposible hablar cada semana de la familia sin tomar en cuenta los ataques que constantemente sufre y el deterioro al que se le ha orillado debido a influencias contrarias a ella, a intereses materiales o a ideologías que nos hacen pensar que la familia no es sino un constructo ideológico que se puede modificar al antojo o capricho de algunos. Es por eso que siempre, sin dudar, debemos poner todas nuestras fuerzas para defenderla.
La esencia de la familia va más allá del nombre o de los integrantes que lo forman, ha sido, es y será por siempre la base que sostiene todo lo que nos hace ser personas, es el lugar donde aprendemos a ser lo que somos y de donde tomamos fuerzas para seguir en la lucha constante y en la mejora continua como seres humanos.
Hemos hablado aquí también de los trascendentales del ser humano, aquellos cuya búsqueda nos hace ser más personas, y es primordialmente dentro del núcleo familiar donde podemos conseguir esa mejora.
Ahora, ¿cómo podemos fortalecer a la familia?, el objetivo es garantizar la protección y bienestar de nuestros hijos a fin de potenciar sus capacidades, reforzar sus valores y blindar nuestro hogar de influencias negativas. Todo lo anterior lo podemos conseguir con mucha comunicación, con presencia real, educando en valores, en la afectividad, siendo muy claros a la hora de hablar de las verdades y la realidad del mundo, siendo objetivos y sinceros con lo que pasa a nuestro alrededor recordando que ante una mala influencia debemos ser sensatos, firmes y claros con los hechos, pero siempre sin juzgar a las personas que actúan mal, esto es, con claridad y con caridad.
Hay que recordar que como padres debemos garantizar la integridad no solo física, sino también moral y espiritual de los nuestros, debemos proveerles de las herramientas que necesiten cuando ya no estén en casa y debemos hablarles de la trascendencia, ponernos a pensar y ponerlos a pensar en cómo queremos vivir el resto de nuestros días y en cómo queremos que se nos recuerde cuando hablen de nosotros las generaciones futuras.
Lo importante, como dice el escritor español Leopoldo Abadía, es ¿qué hijos vamos a dejar en este mundo? hijos limpios, educados, leales y valientes, no que mundo vamos a dejar nosotros.
*Maestra en Educación Familiar
**Las opiniones plasmadas son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.