La familia | Cuando faltan los valores en casa
“La familia es la brújula que guía nuestro camino”.
Susana Sánchez*
Recientemente hemos conocido el caso del futbolista que organizó una fiesta a su hijo con la temática de narcotráfico, sin lugar a dudas una desafortunada decisión que lo llevó a pedir disculpas públicas y a retomar el tema del fomento a los valores. También viene a mi mente la ocasión en que unos niños jugaban a disfrazarse de miembros de un cártel delictivo y detener autos para pedirles dulces a cambio del libre tránsito.
Y es que, si nos ponemos a reflexionar sobre las repercusiones que tiene el que niños de 12 años o menos jueguen a ser sicarios y no nos asombramos, los que estamos mal somos nosotros como sociedad.
La pérdida de valores en el seno familiar genera no solo la propia desintegración de ese núcleo familiar, sino el deterioro en la sociedad que se refleja en índices de deserción escolar, bullying, delincuencia juvenil, alcoholismo, drogadicción, divorcios y muchos problemas emocionales en la escala de valores y principios.
Estos comportamientos que erosionan la salud de la familia y de la sociedad dan como resultado crisis de inestabilidad y carencia de amor a nivel macro, en todos los entornos y en todos los países.
Es cierto que el mundo en el que vivimos está plagado de violencia, abusos, falta de empatía y sensibilidad hacia los demás, pero imaginen si somos los propios padres los que no solo permitimos, sino que además fomentamos este tipo de comportamientos.
La pérdida de valores en los adultos tiene su origen en una niñez poco cuidada, separada de padres o representantes que hagan efectiva una formación de valores sólida y firme. La rebeldía, el enojo, la prepotencia y la envidia entran en la vida de nuestros hijos y dan cabida a una falta de valores que, si no se viven desde el inicio, difícilmente se podrán rescatar en la edad adulta.
Y es que, una persona sin los valores fundamentales para la existencia humana no tiene referencia alguna de cómo dirigirse en la vida, serían personas que hacen cualquier cosa sin pensar en las consecuencias de sus actos, sin importarles lo que les puede afectar a los demás y sin un referente de ética o moral alguno. Esto a su vez daría como resultado la destrucción del sentido de la vida del ser humano, la falta de normas de comportamiento, de empatía y de afecto y caridad donde solo sobrevivirá el más fuerte y habría un descontrol absoluto de la humanidad. En su lugar se cimentaría la inmoralidad, la injusticia y la deshonestidad.
Esta crisis de valores que vivimos hoy en día ya se empieza a manifestar en diferentes aspectos de la vida humana como son el modo de hablar, la forma en que nos relacionamos con los demás, las crisis humanitaria, económica y ambiental, entre otras.
Los valores, estas creencias fundamentales y universales en base a las cuales tomamos decisiones son básicas para el buen funcionamiento de las personas, de las familias y de la sociedad.
Yo quiero insistir en invitar a todos los lectores a reflexionar con seriedad sobre el trabajo que cada uno hacemos en nuestras casas por fomentar valores, por mostrarlos sin miedo, por involucrarnos en adquirir una sociedad mejor y más buena de la que tenemos; los que vienen detrás de nosotros la merecen.
*Maestra en Educación Familiar
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.