Eurocápsula | Séptimo campeonato de Europa de futbol Francia 1984
JOSÉ ORTEGA
ZACATECAS, ZAC.- A comienzos de la década de los 80 el futbol europeo experimentaba dos evoluciones de signo contrario: por un lado, como espectáculo estaba en crisis pocos goles y juego poco brillante en el césped, y hooligans, violencia y disminución del número de espectadores en las gradas. Por otro lado, en aquella época aumentaron la profesionalización y los procesos de comercialización, que incrementaron de un modo significativo las cantidades de dinero que el futbol generaba, para la Eurocopa de Francia, como por ejemplo se construyó en Nantes un nuevo estadio con 52,923 localidades: el estadio de la Beaujoire.
En la fase de clasificación cayeron selecciones de renombre: la unión soviética ante Portugal, Inglaterra ante Dinamarca y Holanda ante España. Italia, la campeona mundial, sufrió un desastre. Le correspondió un grupo difícil y la squadra azzurra terminó justo por delante de Chipre. El equipo alemán, mimado por el éxito, se tambaleó, pero no cayó.
Antes de comenzar el torneo, la anfitriona y la defensora del título eran claras favoritas. Alemania realizó una fase previa decepcionante, pero contra España, en su tercer y decisivo partido, estuvo clasificada para la semifinal por un buen rato, hasta que en el minuto 90 Maceda abandonó su posición en la defensa para marcar de cabeza el gol que ponía fin a las esperanzas germanas. El cuadrado mágico del centro del campo de la selección francesa realizó un futbol deslumbrante.
Luis Fernández, Alan Giresse, Jean Tigana y la súper estrella Michel Platini dominaban por completo a los rivales la carrera de Platini ya declinaba, pero daba frutos. Marco en todos los partidos, contra Bélgica y Yugoslavia por triplicado sus nueve goles con un récord difícil de superar. Los partidos de semifinales no dejaron que desear en cuanto a dramatismo a la selección portuguesa liderada por Fernando Chalana, Francia no la noqueo hasta el minuto 119 y España no superó a Dinamarca hasta llegar a la tanda de penaltis. En la final, a pesar de estar debilitada por las lesiones, la selección española impuso su juego, los franceses no consiguieron descifrar su futbol burbujeante y solo se adelantaron en el marcador por un error del guardameta Arconada, el equipo galo, el mejor del torneo consiguió hacerse con el título gracias a la diosa fortuna.