Eurocápsula | Inmortal europeo
JOSÉ ORTEGA
ZACATECAS, ZAC.- Pequeño, regordete, amable y sencillo. Uwe Seeler encarnó en 1954 a 1972 un prototipo del jugador alemán: fuerte, valiente, práctico, riguroso, huyendo de las florituras y buscando sobre todo, la eficacia. Ciertamente, Uwe Seeler llego a ser el máximo exponente del futbol alemán. El grito de Uwe, Uwe aún sigue siempre más que recuerdo del viejo crack; es, y posiblemente será siempre, el contenido de unas características esenciales para ser un futbolista alemán.
Nacido un 5 de noviembre de 1936, en Hamburgo, desarrolló toda su calidad futbolística en la selección teutona. A los 18 años, destacado ya en el club Hamburgo, fue llamado por el seleccionador alemán Seep Herberger para disputar un otoño de 1954 un encuentro contra Francia en Hannover; quien llego ótanto en confiar en él a pesar de no haber marcado un solo gol en sus primeros encuentros internacionales frente a Francia, Inglaterra, Italia y Holanda.
A pesar de las múltiples críticas de la prensa especializada alemán. Convocado para el campeonato mundial de 1958 en Suecia, Uwe logró convencer a todos sus detractores, ya que además de ser uno de los mejores jugadores alemanes, marcó dos goles. Igual sucedió en el siguiente mundial (Chile 1962), en aquella ocasión logró el mismo número de goles (2) y demostró todas sus cualidades, aunque no pudo cargar con un equipo alemán muy bien dotado, ya que quedó eliminado en la fase de cuartos de final. Pero ya en el mundial de 1966 y siendo finalistas contra los anfitriones ingleses, los alemanes de la mano de Uwe Seeler acabaron consagrándose, llevando a la escuadra teutona al subcampeonato.
Su estilo sobrio, su terrorífico disparo desde las afueras del área y su espíritu siempre a afrontar la contrariedad, lo convirtieron en un ídolo querido por toda la afición alemana.
En 1960 contribuyó de manera importante e hizo campeón de liga y copa al club que lo vio nacer como profesional: el Hamburgo. Ese mismo año le fue concedido el balón de bronce como el tercer mejor jugador europeo. El 25 de febrero de 1965, Uwe, se rompió el tendón de Aquiles del pie derecho, una desafortunada lesión. Muchos aficionados y entrenadores pensaron que jamás volvería a jugar al futbol. Pero su extraordinaria voluntad, su fe en sí mismo y su lucha diaria por recuperarse, aún convaleciente y a pesar de las reticencias de los médicos Seeler se sobrepuso a tal grado que fue convocado nuevamente a la selección pero ahora al mando de Helmut Schoen para la eliminatoria europea rumbo al campeonato mundial de México 1970, logrando clasificar a su selección, pero ahora también de la mano del nacimiento de otra gran figura Gerd Müller con quien conformaron una poderosa dupla temible por toda Europa.
A pesar del gran mérito de Uwe Seeler en los cuatro campeonatos mundiales en los que participo, la verdad es que nunca pudo explotar su potencial goleador en estos acontecimientos mundiales. Aunque si, en los campeonatos europeos, prueba de ello es que en 1954 a 1970 vistió la camiseta alemana en 72 ocasiones, logrando 43 goles. En su carrera llego a la cifra 764 goles anotados, sin duda una carrera brillante para colgar los botines en 1972, decisión difícil ya que estaba por celebrarse el mundial 1976 en su país natal.