En busca de justicia | Democracia sin igualdad
“Con todo lo que hemos aprendido, escuchado y analizado de la democracia, en verdad, podemos decir que hoy en día tenemos una democracia eficaz, donde podamos asegurar que hay democracia igualitaria para todos”
Pedro Jasso Carrillo*
Hemos oído hablar mucho del concepto de democracia, infinidad de conceptos, comentarios y un sinfín de opiniones sobre dicho concepto, destacando palabras clave que emanan del significado, como; respeto al estado de derecho, justicia, soberanía, voluntad del pueblo, equidad, solidaridad humana, participación efectiva, libertad, etc.
De las definiciones que podemos resaltar, es la que proporciona la Organización de las Naciones Unidas, que define a la democracia como un concepto, que permanece en un entorno donde se respeta los derechos humanos y las libertades fundamentales en el que se ejerce la voluntad libremente expresada de las personas, donde todo individuo tiene voz en las decisiones y pueden pedir cuentas a quienes toman las decisiones.
El Instituto Nacional Electoral, en su portal, hace toda una relatoría del significado de la democracia, donde expone que deviene el significado de las raíces griegas DEMOS, que significa pueblo y CRATOS que significa gobierno; esto quiere decir “gobierno del pueblo”.
En México los ciudadanos podemos elegir por medio del voto a las personas que, según pensamos, nos van a gobernar mejor; por ejemplo, al presidente, los senadores y los diputados. El día de las votaciones los diferentes candidatos compiten entre sí y ganan aquellos que hayan obtenido más votos.
Con todo lo que hemos aprendido, escuchado y analizado de la democracia, en verdad, podemos decir que hoy en día tenemos una democracia eficaz, donde podamos asegurar que hay democracia igualitaria para todos.
Desde que triunfó la cuarta transformación en el país, en su caso, los diferentes partidos en los estados y municipios, todos sin excepción, han utilizado sus cargos para convencer al electorado, los demás, los de a pie, que no tiene la posibilidad de recursos, llegan a la elección con desventaja.
En este sentido, la Autoridad Electoral, tanto local, como federal, no cumple la función de equilibrar las elecciones para que todos los candidatos tengan piso parejo, con las mismas oportunidades, y que los ciudadanos tengan garantizado el derecho de decidir sin ningún tipo de coacción.
La democracia sin igualdad, quiere decir que, cuando se inicien las elecciones de acuerdo al calendario electoral, los privilegiados, unos cuantos tengan ventaja sobre otros, existiendo a todas luces, un desequilibro en la contienda, que, al fin de cuentas, trae como consecuencia que los futuros representantes son sean los correctos.
Por lo que, el reto de la democracia, es la participación efectiva, que busca la elección de los mejores perfiles para gobernar a la sociedad, dicho sea de paso, una sociedad con ganas de tener mejores representantes democráticos, para tener tres elementos esenciales, como la solidaridad, la justicia y paz