Autonomía económica de las mujeres | Las niñas no son princesas
“Es de suma importancia que comencemos con las niñas que tenemos hoy, que quitemos viejos estereotipos que solo entorpecen el camino hacia la igualdad”
María del Carmen Salinas Flores*
La palabra niña en nuestro país y alrededor del mundo se encuentra cargada de una serie de estereotipos de género que las encasillan en roles anticuados, por ejemplo, usualmente si preguntamos, ¿qué piensan cuando escuchan a una niña? muchas personas dirán: femenina, delicada, inocente, princesa, cocinera, débil.
Los adjetivos que se han enunciado en el párrafo de arriba, si bien muchas de nosotras sabemos que se tratan de adjetivos que poco tienen que ver con las niñas, desafortunadamente en pleno 2023 aún relacionamos a las niñas con todos estos atributos.
Las niñas nunca han sido las princesas que necesitan ser salvadas, cuyo único objetivo es el de casarse y ser madres, si bien nos encontramos en un camino en el que poco a poco se han desmitificado estos patrones, las mujeres que hemos decido desarrollarnos profesionalmente nos encontramos un camino lleno de obstáculos y de prejuicios sociales que nos hacen más difícil el camino.
Si queremos que las nuevas generaciones no se enfrenten a estas situaciones y obstáculos, debemos enfocarnos en la manera en la se educan a las niñas y niños, pues de lo contrario perpetuaremos a las nuevas generaciones de mujeres a lo mismo que hemos vivido nosotras.
No podemos negar que nos encontramos avanzando en materia de igualdad de género, sin embargo, también es importante reconocer que las niñas se enfrentarán a fuertes brechas de género, pues de acuerdo a la ONU si mantenemos este ritmo en 300 años podremos decir que existe igualdad entre hombres y mujeres (1), es decir que nuestras hijas no gozarán de ella, tampoco lo harán nuestras nietas ni bisnietas.
Es por ello que es de suma importancia, que comencemos con las niñas que tenemos hoy, que quitemos viejos estereotipos que solo entorpecen el camino hacia la igualdad, que seamos claras con ellas, las princesas encerradas en castillos que esperan pacientes a ser salvadas por un gran guerrero no existen, que en sus manos y solo en las de ellas están las posibilidades de ser doctoras, enfermeras, ingenieras, arquitectas, futbolistas, lo que quieran ser depende de ellas y no de los roles impuestos.
Esta misma enseñanza debe inculcarse por igual tanto a niñas y niños, debemos liberarnos de reglas sociales arcaicas, que ya no serán funcionales en un futuro cercano, las niñas no son princesas y los niños no tienen que ser héroes que rescaten a nadie.
Seguramente muchas de las personas lectoras dirán que eso es cosa del pasado, sin embargo, esto es una realidad para nuestras niñas indígenas, o para comunidades cercanas de la capital de Zacatecas, también para aquellas que viven en nuestra ciudad, pues existe un fuerte arraigo a estos estereotipos.
En este sentido, les invito a hacer un compromiso con la niñez para educarlos distinto, y provocar un cambio social hoy y no en 300 años como lo pronostican los informes, mientras menos princesas y héroes existan, más seres humanos en condiciones de igualdad tendremos.
Es por ello, que una de mis grandes misiones es apoyar en la crianza de mi nieto Mateo, para que él sea un niño sin ningún deber impuesto, que forme parte de las nuevas masculinidades y también se convierta en un motor para la igualdad de género de las futuras generaciones.
(1) Información obtenida de ONU Mujeres, datos disponibles en https://news.un.org/es/story/2022/09/1514031
*Tesorera del Senado de la República
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.