Aquelarre | La pugna por las candidaturas; entre la lealtad y la dignidad

"Cuando hay un sentido de pertenencia, los militantes pueden mantenerse firmes pese a decisiones o acciones de la dirigencia, aunque les afecten. Cuando la dignidad es trastocada o los mueven otros intereses políticos, la pertenencia pasa a segundo plano"

Tanya Ortiz*

En este proceso político que estamos viviendo - adelantado, por cierto- hemos comenzado a ver los movimientos que los partidos buscan hacer en su afán por representar a los mejores perfiles como candidatos.

Así es como ubicamos a personajes que, prácticamente, toda su vida política han militado en determinado partido y hemos sabido de estrategias que no les han resultado favorables, pese a su legítimo derecho, el trabajo realizado con antelación o ni siquiera "porque ya les tocaba" y ahí se han mantenido. Otros, a las primeras de cambio han optado por nuevos horizontes y acercado institutos que sí les den el espacio buscado.

A muchos de los que se han quedado se les ha tachado de faltos de dignidad; a muchos otros, de traidores, por no mantener la lealtad. Peto el objetivo es el mismo: buscar un espacio, un puesto de elección popular o, en su defecto, ser beneficiado por aquellos que ganan, con un empleo en el servicio público.

Ahora nos damos cuenta de cómo se desgarran las vestiduras por las candidaturas. El arrastre del presidente López Obrador hizo crecer a Morena con sus peculiares formas internas de eleccion: recordemos la famosa tómbola que hizo albergar esperanzas de mucha gente que no las tenía para obtener una candidatura, tanto de mayoría como plurinominal. Con la tómbola todos los militantes y simpatizantes podrían ser beneficiados, independientemente de su trayectoria, tiempo de militancia en el partido, dinero que invertir en su campaña o padrinazgos, y varios llegaron a esos ansiados puestos de elección.

Pero justo aquellos que mucho trabajaron o tuvieron el recurso para invertir en su candidatura reprocharon el sistema, por lo que se dio paso a las encuestas y don éstas últimas las que tienen al pueblo mexicano ante la histórica situación de elegir entre dos mujeres que compiten por la presidencia; es decir, este 2024, sí o sí, México tendrá presidenta... a menos que pase algo que cambie el rumbo que llevamos.

Justo en Morena es donde se ha visto más esa pelea encarnizada por las candidaturas. El establecimiento de una coalición, ha permitido que, sin más, aspirantes se cambien de partido para que los postule el Verde Ecologista de México, el del Trabajo, el Nueva Alianza o el Encuentro Solidario.

Y menciono a todos estos institutos políticos porque, aunque apenas la semana pasada se "desintegró" la coalición Morena-PVEM-PT para quedar solo los dos primeros, también se hizo otra alianza, la del PT-PES-Panal, pero todos seguirán trabajando por el mismo proyecto: el de Morena y su candidata única, Claudia Sheinbaum.

¿Qué son entonces aquellos que han militado y llegado a algún puesto político por un partido, pero que con las coaliciones se podrán postular por otro?

En la alianza vecina, la del PRI-PAN-PRD andan por las mismas y sus mejores perfiles, viendo cuál partido podría postularlos si en aquél en el que han militado no les da el espacio. Baste ver a los actuales diputados locales que llegaron por un partido y varoos de ellos, antes del primer año ya habían cambiado de partido una y otra vez, hasta acomodarse en el que ya les prometió el respaldo para esta contienda.

Sin duda las estrategias políticas están a la orden del día y eso que todavía está a más de un mes de distancia la fecha de registrar a los candidatos, así que en este periodo de precampaña amigo lector, habrá que fijarse en los personajes y no en los partidos porque ya no sabemos ni de qué color visten...