Andar las vías | El aspecto de un pueblo temeroso
“En tiempos de peligro, es de suma importancia que cada ciudadano sea consciente de esa acechanza y ponga en movimiento su precaución y prudencia”
Luna Morena*
Varios meses han transcurrido desde que empezaron los conflictos en estas tierras con primavera a medias. Desde aquel primer atentado también dio principio la inquietud entre la gente, que a ratos se consolaban comentando que lo ocurrido no era para preocuparse, porque seguramente no habría más agresiones, que ahí se terminaba el ruido antisocial.
Pero no fue así, ni ocurrió con la sencillez de como se había comentado, ni tampoco con la tranquilidad como lo habían tomado.
Esto no era uno entre mil, ni había acontecido sin querer; traía la intención de saberse en todo el territorio de cantera rosa. Lo cual ha ocurrido, porque desde aquel principio que llegó provocando tristezas, para nada ha disminuido. Al contrario; día con día su peligrosidad se sigue reafirmando. Sin que hasta ahora nada, ni nadie pueda detener los asesinatos.
No hay un día que pase con saldo blanco, los noticieros nos dicen que la sangre del maligno y hasta del inocente continúa corriendo, sin tener un día para que esto finalice.
Su marcha va dejando sobresaltos y turbaciones entre la gente de cualquier edad, tanto que a muchos los ha convertido en personajes inactivos y por lo mismo en personas enfermas.
Claro que se ha intentado reforzar a los agentes municipales, pero antes de que los nombrados puedan demostrar sus capacidades, han sido también ejecutados y con esto, la esperanza que los habitantes tenían para recuperar su paz comunitaria.
Sabemos de estas ejecuciones, y ante esto no se ha podido hacer nada, pero también vienen las renuncias de los agentes, desde el menor rango hasta el mayor; clara muestra del miedo que impera entre la entidad sea cual fuere su ocupación y su inteligencia.
Cómo el temor no anda en burro, también entre los medios de transporte foráneo hace su marcha, restando sus llegadas a la central camionera. Mejor dejar los desvíos, por las rutas directas, hasta que las circunstancias sean de buenas noticias.
En tiempos de peligro es de suma importancia que cada ciudadano sea consciente de esa acechanza y ponga en movimiento su precaución y prudencia. Es de entenderse que la paz y la serenidad de tantísimos años no se ha podido recuperar y el poco turismo que hace su visita, no se siente con la libertad de siempre; puesto que sus recorridos y sus salidas en esta capital, son más cortos; lo mismo sucede con las derramas económicas que las visitas cotidianas aportaban con sus compras. Dios permita que el final de lo que ahora se está viviendo no tarde más tiempo. La gente necesita hacer su vida de todos los días, porque de esta manera, los ahorros también se mueven y la sociedad se sostiene.
*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.
* LAS OPINIONES PLASMADAS EN LAS COLABORACIONES SON RESPONSABILIDAD DE CADA AUTOR, ASÍ COMO SU ESTILO DE ESCRITURA. ECODIARIO ZACATECAS SÓLO ES UN PLATAFORMA DIGITAL PARA DARLAS A CONOCER A SUS LECTORES.
