Andar las vías | Carácter
“Un carácter fuerte no es por los arrebatos de enojo que la persona pueda tener, es únicamente una muestra fiel de su débil e insegura personalidad”
Luna Morena*
Me ha tocado conocer hombres y mujeres que de todo y de nada se enojan, gritan, golpean, amenazan y todo lo fiera que en ese momento se les ocurre decir. Pocos son los que se arrepienten un ratito de esta visceralidad; pero solo un ratito porque no pasa ni siquiera un día cuando de nuevo a grito intenso, sueltan su amargura mala; ya sea con su mujer, con sus hijos, y hasta con los vecinos, que en ese momento se les hubiera hecho fácil detener sus prisas, para escuchar mejor el espectáculo del día. El chisme llega como mandado hacer para tener mucho que contar a la hora de los alimentos, si acaso fuera necesario, compartir los sucesos vecinales o cuando la urgencia se hiciera presente.
Presenciar tan fea y repetida gritadera, me hizo creer que el ser tan violento, tan bravucón era por tener un carácter fuerte, pesado y oscuro sin esperanza de que pudiera cambiar algún día; porque quien nace así de peleonero, así perecerá, o que es los mismo: árbol que nace torcido, nunca su rama endereza.
También existen individuos (hombre y mujer) que imitan las actitudes del papá o de la mamá y hasta agradecen esa forma de cómo fueron educados, porque por esas maneras son gente responsable, trabajadora, emprendedora e incansable. Entonces, para que sus descendientes no crezcan siendo unos perezosos, pasándose de holgazanes; usan la educación que recibieron por parte de los jefes de familia, sobre la estructura frágil de sus niños.
Seguro que entre familias, nadie queremos un integrante con este defecto tan indeseable y completamente reprobado; disque de carácter fuerte; cosa que no es así. Personas que tienen explosiones de disgusto, no es porque tengan un carácter fuerte; su carácter es de lo más débil que pueda existir, porque no aguantan nada, se enojan con facilidad, se ponen rojos de coraje y se dejan llevar por esa agresividad incontrolable; que a veces los lleva a tener infinidad de problemas por el simple hecho de no saber moderar sus emociones ni sus sentimientos.
Es muy importante que personas así tomen conciencia de cuánto lastiman el entorno donde viven, donde trabajan y con quienes en sus ratos libres tienen la costumbre de reunirse. Un distintivo así, no es para presumir y que la gente vea que un bravucón anda suelto y puedan sentir miedo, al contrario; se le debe tener lástima, conmiseración o pena por la soledad que viene cargando y una falta gigante de amor familiar, que desde la niñez les quedaron a deber; circunstancia que le dejó un pasmoso vacío que ahora busca llenar siguiendo el ejemplo de su progenitor.
Desde luego, siguiendo ese ejemplo, no es el camino que se debe imitar, porque va con el mismo patrón y como tal, se quedará en la memoria de sus niños, en su familia, en sus vecinos y conocidos. Es urgente desechar esos correctivos debido a que únicamente dejan daños, amarguras, rencores, odios y miedos.
Si no existen fundamentos para soltar el desenfreno de la amargor, no busques nada; el enojón tan enojón como se piensa admirado, desviela su genio en altas y bajas; únicamente demostrando que es así, por su debilidad de carácter; por su naturaleza enana y por la escasez de miramientos; tanto que ni así mismo se puede gobernar. No es tan normal tener esta naturaleza, ni hacerla parte de la personalidad; porque como tal serás identificado, nombrado y apodado. Fortalece tu carácter; en lo explosivo estás demostrando la más grande debilidad.
*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.