Andar las vías | Así pasa cuando sucede…
“Si nacimos mujeres, el tiempo de las mujeres no es solo por unos días, porque este género, nos la pasamos viviendo entre constantes actividades, y lo hacemos desde pequeñas”
LUNA MORENA*
Falta poco tiempo para volver a tener nuestras calles, avenidas, tianguis y diversos lugares frecuentados, con docenas de papeletas en sus diferentes colores anunciando los diferentes y “santos” libertadores del añoso abuso hacia la sociedad, que por esos ineptos mandatarios no han conocido, ni recibido lo que en tiempos de sus promesas al aire; gritan, cantan, anuncian y repiten subrayando las abundantes mieles; que de sus manos recibirán en cantidades parejas sin excluir a nadie.
Ya diestros en la verborrea, saben lo que deben decir para tener la preferencia social, sabiendo que del “dicho al hecho hay mucho trecho”; tanto, que pasan y pasan los años y al “mucho trecho” nunca se le ha visto el final.
Así pasan y pasan estos sujetos, con los mismos “dimes y diretes”, que ni una pizca de veracidad tienen, solo esperando que un sufragio los pueda salvar de una contundente eliminación. De no suceder tan anhelado milagro, se atreven a impugnar, porque no aceptan la decisión de la gente, o los designados no contaron bien, o hubo ciertas anomalías favoreciendo a los contrarios, cuando ellos llevaban la delantera.
Sabemos que estos desacuerdos siempre los habrá y surgen porque la minita que creían suya, en un sonar de dedos se les escapó de las manos. Es entonces cuando las mieles dulces se vuelven amargas, y el servirse del pueblo por algunos años se convierte en su mejor imposible.
También de este lado mundo femenil, la designada hace su marcha siguiendo el mismo molde que se ha visto muchos años atrás. Tirar sus papeletas a diestra y siniestra, rezando porque al curioso lector, le llame la atención y procure leer el tríptico color guerrero, que lleva un eslogan de conquista amigable; con un servicio mucho mejor al que hasta ahora, ha dado el género contrario.
Cuestión de sufragar a su favor y desde el primer día de su quehacer ante el pueblo: puertas abiertas para todos, sin importar de que partido sean. De esta manera mostrará su agradecimiento por la preferencia y el cariño a su persona.
Cada temporada de estas batallas, escuchamos la frase ya memorizada y solo memorizada, porque nunca se ha visto la verdad de lo que se quiere decir cuando la mencionan entre discursos, breves saludos o gritos jubilosos: “este es el tiempo de las mujeres”. ¿Desde cuándo? ¿Desde antier, desde ayer, o desde hoy?
Es una frase que se ha repetido y repetido, únicamente en estas temporaditas y cuando estas llegan a su fin; se van con todo lo que traían, con todo lo que se decía, y con todo lo que se prometía.
Si nacimos mujeres, el tiempo de las mujeres no es solo por unos días, porque este género, nos la pasamos viviendo entre constantes actividades, de gallo a grillo y lo hacemos desde pequeñas; desde que nuestros papás a los seis años, nos enseñaban el arte de sembrar las tierras; de montarnos sobre el pollino y aprender a guiarlo para que nunca nos pueda tirar.
Este tiempo “de las mujeres” que se ha voceado una y más ocasiones; ha sido encabezado la mayoría de las veces, por quienes ya habían ocupado el puesto de fiscalizadoras comunales; luego designadas a representaciones mayores, a representaciones productivas; con escala a una continuidad gratificante, para no variar y empezar desde cero aprendiendo la misma expresión, con la misma armonía y con el mismo agrado; porque ese proverbio tan divulgado, va al provecho de una, no de todas.
*Escritora, poeta y promotora y difusora de la cultura. Soy tres estuches de monerías y casi un montón de cosas.
*Las opiniones plasmadas en las colaboraciones son responsabilidad de cada autor, así como su estilo de escritura. Ecodiario Zacatecas sólo es una plataforma digital para darlas a conocer a sus lectores.