Andar las vías | Adriana Noemí Arias Reyes, médico estomatólogo para servir a usted
“Pero se hizo la luz y el color rosa fue haciendo veredas con medidas y colores diferentes…”
Luna Morena
Hace varios años, a las mujeres no se nos daba la oportunidad de estudiar porque nos íbamos a casar y el dinero gastado en los estudios sería puro desperdicio. El pensamiento de nuestros papás era que la preparación en el género femenino no era necesaria, ni importante, porque el compañero de vida nos iba a mantener (si como no) y para nada nos dejaría salir a trabajar desempeñando el estudio adquirido.
Para colmo, si el tipo era violento, teníamos que resignarnos a estar cotidianamente con el tal esposo, ya con el tiempo convertido en el principal enemigo, de quien había elegido como pareja; hasta que el destino hiciera el milagro de separarlos.
Pero se hizo la luz y el color rosa fue haciendo veredas con medidas y colores diferentes; de acuerdo con las posibilidades que tuvieran al momento de elegir su formación académica. Ahora contamos con mujeres ejerciendo con orgullo ese aprendizaje que, a base de desvelos, cansancio, malpasadas, dedicación y mucho trabajo; recibieron en sus manos el anhelado premio llenas de orgullo, felicidad y regocijo.
Muestra de mi referencia; una joven que nos hace parte de su éxito logrado y de ese sueño hecho realidad; el cual a base trabajar con puntualidad y conocimiento, ha ido rindiendo preferencias y recomendaciones; porque lo que la gente busca en un médico estomatólogo son la confianza, el esmero y la respetabilidad.
Adriana Noemí Arias Reyes, siempre con la paciencia que debe ser, para que sus pacientes se sientan con la comodidad suficiente, mientras reciben el mejor de los servicios; que no le impiden conversar sobre la preparación que ahora totalmente la define. Es notable la emoción sentida cuando recuerda a la Dra. Ortodoncista Mildred Chávez Murillo, quien le diera la oportunidad de ser su asistente hasta permitirle aprender en su pequeño laboratorio, la manera de hacer aparatos ortopédicos, preparar los cementos y realizar la mezcla del material para impresión. Vive agradecida con la Dra. y cada vez que tiene oportunidad la saluda con mucho respeto y afecto.
Es importante que cada alumno de acuerdo a lo que decida prepararse, haga sus respectivas prácticas, porque de esta manera los nervios van desapareciendo cuando se trata de anestesiar o hacer limpieza dental. De presentarse cualquier duda, son asesorados por los especialistas de las clínicas donde están practicando. En ese momento viene a su memoria un Centro de Salud Rural ubicado en Palo Alto y el Llano. Nos comparte que en esas comunidades conoció muchas personas nobles, sinceras y agradecidas; tanto que para mostrarle su agradecimiento, le regalaban mejores frutas y verduras, o la invitaban a comer a sus viviendas y así conocer y convivir con las familias.
Nos comenta que las comidas eran la delicia viva, la delicia que le permitían disfrutar sin ración contada. Luego el café con leche extraída de la vaca más feliz del establo y las tortillas cocinadas sobre comal de barro, eran el gancho que invitaba a disfrutar de las charlas campiranas, de la buena compañía con aroma a café de olla y frijoles cocinados en cazuela de barro. Con estos manjares, nunca rechazó las invitaciones que las señoras le hacían, para compartir sus alimentos en los horarios ya conocidos; si en la mañana, o por la tarde, o por la noche. Estos detalles permanecen en su memoria y en su corazón; porque no hay personas más sinceras y compartidas, que aquéllas que viven en las comunidades pequeñas.
Llega el momento de recibir su título, con la satisfacción de haber conquistado su sueño y comprobar que valieron la pena las muchas desveladas, el cansancio, los gastos de todos los días. Esta carrera al ser algo costosa, a veces era necesario que sus papás pidieran dinero prestado para ayudarla en su preparación. Lo mismo hacía su hermano, quien también estaba al pendiente de ella comprándole lo necesario para un mejor aprendizaje.
Así que con ese apoyo tan familiar, no tenía nada de argumentos que le impidieran seguir adelante, en su formación como Estomatóloga; por lo que antes de terminar su servicio social, en sociedad con una amiga, tuvo su primer consultorio en uno de los municipios más cercanos a la Ciudad; así que aumentaron las prisas, los quehaceres y las responsabilidades. Para evitar las horas sin probar alimento, su abuelita estaba ahí compartiendo su comida con ella todos los días, con el gusto de acompañarse y saludarse siempre.
Ya con el título entre sus manos, cerca de su casa puso su propio consultorio. Había llegado el momento de demostrar lo aprendido, trabajando como dueña de una empresa que anheló por tantos años y que ahora estaba frente a ella, prometiendo atender cada paciente como fuera su necesidad, hasta resolver su problema dental. Con su natural don de gente y su gusto por conversar, hace que el cliente calme sus nervios sus presiones. Ella no está para lastimar a nadie, su misión es ver al paciente satisfecho con su labor y sin la molestia que lo había llevado ahí. Tiene pacientes de todas las edades; desde adultos mayores, hasta jóvenes y niños; que le han dado la oportunidad de adquirir más experiencia, más conocimiento; pero también el deber de seguirse preparando, porque aquí también se presentan cambios, novedades, modernizaciones; siendo imprescindible e importante, ponerse al día para no quedar desfasados. Si el cliente no recibe el servicio que esté solicitando, simplemente se va y no vuelve.
Varios años han pasado desde que recibió al primer paciente, ahora ya no lleva la cuenta. Esto es una muestra clara, de que ha sido recomendada por ellos, debido al esmero con el que atiende los problemas de cada persona. Por la dedicación y el cuidar cada detalle en ese quehacer, dos veces ha sido nombrada como Presidente del Colegio de Cirujanos Dentistas de Aguascalientes. Distinción que agradeció a los socios del colegio, por seguir confiando en ella y permitirle esta continuidad que le ha dado mayores satisfacciones, grandes experiencias y mejores aleccionamientos; además de la oportunidad, de poder convivir con ponentes nacionales e internacionales, descubriendo que son tan sencillos, tan normales y tan accesibles como uno.
Este año cumple 13 años formando parte del colegio y de la Asociación Dental Mexicana, mismos años de actualización continua; porque al estar al frente del grupo cuenta con la oportunidad de estudiar tres diplomados: prótesis fija, odontopediatría y un taller de actualización en endodoncia; así como infinidad de mesas clínicas, talleres, congresos en diferentes estados de la república, contando Mazatlán, Monterrey, Guadalajara, Ixtapa, Nayarit, y este año primero Dios estarán en Campeche.
Pide a la gente acudir con el dentista de su preferencia, por lo menos dos veces al año, les informa que los dientes son para durar toda la vida y si tienen cualquier molestia, no la dejen para después, porque esto puede aumentar el precio de la curación o perder su muela.
Los niños también deben ser revisados de sus dientitos por si alguna caries anda por ahí. Una caries que no se atiende en la dentadura de leche, en un futuro puede provocar que los dientes permanentes sufran cualquier lesión. Así que los espera en su consultorio para curaciones y prevenciones en horario corrido, de 11am a 7 pm de lunes a viernes y sábados de 11 a 2 de la tarde en Ojocaliente IV.
No es común encontrar profesionistas que amen y disfruten el desempeñar su carrera como ella lo hace y lo hace porque siempre va en actualización constante; sabiendo que de esta manera, podrá dar una mejor atención a cada uno de sus pacientes de acuerdo a su necesidad. Invita a sus colegas a estar en actualización firme y persistente para tener más éxitos en esta ocupación.
Su dedicación, su mansedumbre y la seriedad con que desempeña cada uno de los trabajos que llegan a sus manos; hacen de ella, de Adriana Noemí Reyes, un médico estomatólogo bien recomendable, predilecto y honorable.