A q u e l a r r e | Ni todo para Morena ni todo para la oposición: uno para cada quien
*La herencia priísta y la continuidad de la 4T”
Tanya Ortiz*
Las elecciones de este domingo en el Estado de México y en Coahuila representan un salto -o una pausa- en la historia de la Cuarta Transformación, que inició historia en 2018 con la marea guinda que avasalló en el país- porque es el preludio de la continuación del proyecto de Andrés Manuel López Obrador para vestir de su color a toda la nación o la supervivencia del PRI, de la mano del PAN y el PRD.
Ambas entidades son puntos medulares en la hegemonía del partido tricolor, pero ahora se enfrentaron al sistema en poder de Morena, que arrasó en otros estados en el 2018, mermando de manera considerable su poder.
Ahora, el PRI estuvo ante la posibilidad de mantenerse y sobrevivir o perder la dignidad que le queda, luego de que también, a nivel central, sigue arrastrando el peso del escándalo y las acusaciones contra su presidente nacional Alejandro Moreno y la fractura de sus redes.
No obstante, la maquinaria de la operación política fue puesta en marcha desde todos los puntos del territorio nacional -también por parte de Morena- para impedir la pérdida del control de estas entidades, gracias a que el tricolor, con la fuerza de Acción Nacional y lo que queda del PRD, integró equipos de trabajo con gente capaz y experimentada para llevar a buen puerto estas elecciones.
Durante la jornada electoral, medios nacionales dieron cuenta de diversos incidentes registrados en ambas entidades, y una y otra alianza, recordemos que en Coahuila de último momento se sumaron los partidos Verde y del Trabajo a Morena, tomó nota de las artimañas que se utilizaron para convencer al electorado.
Se cierra el día con el conteo preliminar todavía en proceso, marcando cifras que cada vez más se acercan a la definición y la tendencia es que en esta elección ninguno se lo lleva todo. Son dos en juego y cada quien se lleva uno.
La maestra Delfina Gómez, ya entrada la noche se alejó por encima de la priísta Alejandra del Moral, con lo que empieza a quedar atrás la angustia del empate técnico, ya que hasta antes de las 10 de la noche, el puntaje que inició con 1 punto de diferencia, al cierre subió a 7% a favor de la maestra.
Pero las huestes priístas, estoy segura, de brazos cruzados no se quedarán y si la diferencia ronda el 5%, buscará las impugnaciones necesarias para tratar de revertir los resultados.
En cambio, en Coahuila, desde un principio, incluso desde el periodo de campañas, el priísta Manolo Jiménez estuvo lo suficientemente lejos de Armando Guadiana como para preocuparse, aunque al final se sumaran otros partidos.
Guadiana, anoche mismo reconoció el triunfo de la oposición - es más complicado impugnar 20 puntos porcentuales-, pero no omitió reprochar una elección de Estado -¿Qué no está Morena a cargo del estado?- e intervención de las autoridades estatales para favorecer a Manolo.
En fin, la moneda ya casi cae, pero sigue en el aire en tanto el árbitro electoral no se pronuncie. Parece que la herencia priísta se mantiene en Coahuila y ahora iniciará la 4T en el Estado de México, sitio que será fundamental para las elecciones del 2024.
