MUY GRAVE, SITUACIÓN EN LOS BACHILLERATOS: ARTURO NAHLE

Tanya Ortiz

ZACATECAS, ZAC.- Al considerar que los jóvenes de nivel bachillerato son los que en más riesgo están en materia de seguridad, consumo de enervantes y, en general, de una crisis de valores, Arturo Nahle García sostuvo que solo un trabajo conjunto entre distintos sectores de la sociedad y las autoridades, permitirá abatir la violencia.

Durante un conversatorio organizado por el Doctorado en Estudios Contemporáneos (DEC) de la Unidad Académica de Historia de la UAZ, el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Zacatecas (TSJEZ) refirió que actualmente se vive un desbordamiento de la delincuencia e inseguridad.

Como factores criminógenos de esta condición, señaló a la impunidad –que es lo que la gente piensa sobre la falta de sanción de los delitos- “y mucho tienen que ver las autoridades, porque más del 90% de los delitos no se castigan, porque más del 80% de éstos no se denuncian, por eso no se investigan y no se sancionan. Es corresponsabilidad ciudadana”.

“¿Y por qué no denuncian?”, preguntó: por desconfianza en las instituciones policiales y en las encargadas de impartir la justicia debido a la sospecha de colusión, a que es pérdida de tiempo y que no habrá resultados, dijo.

“La desconfianza se ha ganado a pulso. Pero también están el miedo, las amenazas”, dijo el magistrado, además de la lejanía de las autoridades y la sociedad, ya que la tercera parte de los habitantes del estado viven en comunidades donde no hay instituciones en las que se puedan interponer las denuncias.

Detalló que de los 58 municipios de la entidad, en 40 no hay donde denunciar, “ni siquiera en Mazapil, que es el municipio más grande de la entidad, del tamaño de Tlaxcala o Aguascalientes y está instalada la industria minera más grande del país; entonces no hay accesibilidad a la justicia”, reiteró.

Otros de los factores que incide en la violencia es el desempleo y la pobreza, pues debido a ello, los jóvenes son cooptados, sobre todo los desertores de las escuelas o los que reprobaron, en especial en el nivel medio superior, “es gravísimo”.

Todo ello ha hecho a sociólogos y abogados estimar que resolver la causa para resolver el problema se demorará tres generaciones. “¿Y mientras? Tenemos que hacer algo gobierno, maestros y escuelas, Iglesias y medios de comunicación, pero principalmente los padres de familia que debemos revisar y supervisar las conductas de nuestros hijos”.

MÁS ATENCIÓN A LOS DELITOS DE FUERO COMÚN

Quien también fungiera como procurador General de Justicia resaltó que con el tiempo los delitos se han actualizado y ahora prevalecen los cibernéticos y la extorsión –engaño telefónico-, y las autoridades ponen  más atención a los de alto impacto, como el secuestro y el homicidio, “pero los más graves son los del fuero común, porque han crecido de manera exponencial”.

Delitos como la violencia familiar, que se recrudeció durante la pandemia, el abandono de familiares o los sexuales, que se presentan en mayor porcentaje en menores de edad y en parientes ascendentes como victimarios, requieren mayor atención.

“La violencia no tiene género ni rostro y tiene equidad de género porque se presenta por igual en hombres y mujeres, y son éstas las que ahora toman parte más activa en la comisión de los delitos; la violencia familiar es una enfermedad social que no respeta estratos sociales ni ideologías, cultura o credos”, sentenció.

Nahle García reiteró que son los jovencitos los que más se ven involucrados en la comisión de un delito “y no es por criminalizarlos, pero los de secundaria y preparatoria son los que más participan en hechos delictivos”.

Recordó que hace 12 años, cuando fue procurador, recorrió todas las preparatorias de la entidad y es ahí donde tenían mayores problemas con los jóvenes bachilleres, “pero ahora desde la secundaria los estamos viendo. Es ahí donde encontramos drogas y prostitución”.

Finalmente reconoció que el sistema está rebasado para combatir la inseguridad: “las instituciones están rebasadas a las posibilidades y capacidades que tenemos; de ahí la importancia de la conjunción de esfuerzos entre todos”.

El conversatorio forma parte de una serie de ejercicios que fortalecen las investigaciones de los alumnos del DEC, coordinado por el doctor Marcelino Cuesta Alonso, y que llevan enfoques de seguridad, estadísticas, uso del agua, educación, vida democrática y empresarial, entre otros rubros.