MANTIENEN FRESNILLO Y ZACATECAS PRIMEROS LUGARES EN PERCEPCIÓN DE INSEGURIDAD: INEGI
Rocío Pedroza
ZACATECAS, ZAC.- El 64.4 por ciento de la población de 18 años y más consideró que es inseguro vivir en su ciudad, indica la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (Ensu) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del tercer trimestre de 2022, la cual registró un descenso comparado con el 67.4 por ciento registrado en el trimestre anterior.
De acuerdo con el sondeo, Fresnillo, Zacatecas, encabeza la lista de ciudades inseguras con 94.7 por ciento, seguida de Irapuato con 91.3 por ciento, Naucalpan de Juárez con 90.8 por ciento, Zacatecas con 90.7 por ciento, Ciudad Obregón con 90.1 por ciento y Colima con 86.6 por ciento.
Respecto a los resultados de la Ensu publicada en junio de este año, Zacatecas incrementó de 90.4 a 90.7 la percepción de inseguridad, mientras que Fresnillo disminuyó ligeramente, de 97.2 a 94.7, sin embargo, lidera la estadística.
Las ciudades donde la población considera que la inseguridad es menor son San Pedro Garza García, con 14.5 por ciento; Benito Juárez, con 20.6 por ciento; Piedras Negras, con 23.8 por ciento; Tampico, con 25.0 por ciento; Los Mochis, con 25.0, y Cuajimalpa de Morelos con 25.1 por ciento.
La encuesta del Inegi levantada en septiembre 2022 indica que, 73.6 por ciento de la población manifestó sentirse insegura en los cajeros automáticos localizados en la vía pública; 67.4 por ciento, en el transporte público; 58.5 por ciento, en el banco, y 57.4 por ciento, en las calles que habitualmente usa.
En el caso de las mujeres, 80.1 por ciento manifestó sentir inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública y 73.1 por ciento, en el transporte público. De los hombres, 66.4 por ciento manifestó sentir inseguridad en los cajeros automáticos localizados en la vía pública y 60.3 por ciento, en el transporte público.
Durante el tercer trimestre de 2022, 54.7 por ciento de la población de 18 años y más, residente en las ciudades objeto de estudio, manifestó que modificó sus hábitos respecto a llevar cosas de valor, como joyas, dinero o tarjetas de crédito, por temor a sufrir algún delito.
Dijo que 46.9 por ciento reconoció haber cambiado hábitos de caminar por los alrededores de su vivienda después de las ocho de la noche, 45.8 por ciento modificó rutinas en cuanto a permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda y 30.1 por ciento cambió rutinas relacionadas con visitar parientes o amigos.