HACE 32 AÑOS EL PAPA JUAN PABLO II BENDIJO A ZACATECAS
Ecodiario
ZACATECAS, ZAC.- Hace 32 años, un día como hoy, 12 de mayo, de 1990, el papa Juan Pablo II, estuvo de visita en Zacatecas, hecho que trajo consigo el júbilo de un millón de zacatecanos que se reunieron ante su llegada en la Lomas de Bracho y miles más que se sumaron a su visita a la emblemática catedral basílica del centro histórico de la capital del estado.
El papa ofreció una sagrada misa en la capilla de Bracho, escogida por dos razones: se consideró la capilla más antigua de Zacatecas y era la indicada para recibir a los más de un millón de creyentes que asistieron; además de ser un lugar santificado desde el siglo XVI.
La homilía que dedicó el papa para el pueblo zacatecano versó principalmente sobre los mineros, los migrantes y los campesinos: “El Papa desea dirigirse hoy en particular a los trabajadores: a los campesinos, a los mineros, a todos los que con su actividad laboral son la base y el fundamento de la vida social del Estado de Zacatecas y a todos los que con su sudor cooperan cada día en la construcción de la República Mexicana.”
El impacto económico que supuso la visita papal a Zacatecas recayó en las miles de personas que viajaron de diferentes estados de la república y entidades del estado para presenciar a Juan Pablo II. Esto favoreció principalmente a las cadenas hoteleras, las cuales llenaron su cupo máximo, y a los negocios locales. Este flujo económico se debe también a que muchas de las personas llegaron con días de antelación, lo cual trajo beneficios para la economía local.
Sin duda, la visita del papa fue uno de los acontecimientos que marcó a la sociedad zacatecana y que hoy en día siguen recordando con mucho cariño. El hecho ocurrió mientras el gobierno era liderado por Genaro Borrego Estrada, mientras que el Obispo del estado era Javier Lozano Barragán, fallecido hace algunos días en Roma.
El papa Juan Pablo II destacó por la cantidad de viajes que realizó durante su cargo, de los cuales, cinco fueron destinados a México (1979, 1990, 1993, 1999 y 2002). Estas reiteradas visitas, según algunos historiadores, formaron parte de una estrategia por parte del Vaticano. México representaba una bisagra entre América del Norte y del Sur.
Ante la falta de creyentes en Europa y el poco seguimiento que se le daba al catolicismo, vieron en América Latina un territorio fértil en el cual sembrar la fe y continuar el legado de la religión católica. Fue también, una manera de reafirmar el poder de la iglesia frente a las normas políticas que en el momento se estaban reformando.
La segunda visita del papa a México ocurre después de la caída del muro de Berlín, y cabe mencionar que uno de los principales objetivos del papa Juan Pablo II era terminar con la Unión Soviética. Cuando llegó a México, el país atravesaba un periodo de transición, “entre un modelo agotado de desarrollo económico hacia adentro, hacia un modelo de corte neoliberal”. Ante las nuevas reformas, en las que la iglesia perdía el poder de ejercer dentro de otras esferas públicas, dictadas por el presidente Salinas, el papa emitió diversos discursos en los que afrontó la educación laica, la política poblacional, la pobreza, la ética empresarial, entre otras, lo cual llegó a incomodar al gobierno del país.
La crisis económica y política que atravesó el país en la década de los ochenta, resultaron en una fragilidad ante la cual el papa mostró su interés por expandir su presencia y participación en el ámbito político. Por lo demás, es bien sabido que las venidas del papa traen consigo grandes movimientos de masas de un lugar a otro, por lo que las empresas y cadenas hoteleras se ven beneficiadas.