EN EL OLVIDO, MERCADO DE QUEBRADILLA
TEXTO Y FOTOS: GABRIEL RODRÍGUEZ
ZACATECAS, ZAC.- Los escasos locatarios que aún quedan en lo que alguna vez fuera el exitoso mercado de Quebradilla, fundado hace 18 años por las autoridades municipales, expusieron que viven tiempos de abandono y desolación, bajo al desinterés de los compradores, en vista de que a ellos, ni las moscas se les acercan.
Todo es abandono en ese mercado, donde decenas de negocios tienen las rejas al suelo y no de hace un año o dos, sino de hace muchos, porque ahí nadie compra más que un refresco o unas tobilleras pero no más.
“Queremos que las autoridades vengan y platiquen con nosotros, porque aquí llevamos años sin vender y parece no importarle a nadie”, destacó una entrevistada quien no quiso dar su nombre.
Al abrirlo a su funcionamiento, en 2004, todos los comerciantes manifestaron estar contentos pues usaron la plaza central para vender su producto. “Pero no ocurrió tal cosa pues este centro comercial nunca ha progresado”.
En este momento, sobreviven ahí cuando menos de siete u ocho comerciantes pero no más.
“Nada más nosotros quedamos, es decir, quienes no tenemos para la renta en otros lugares, ya que muchos se fueron para allá abajo, a los mercados del centro”.
Los locales de Quebradilla no tienen costo alguno por servicio, es decir, se les prestan a los locatarios pero el problema es que no hay ventas. Ni una sola.
“El pasado mes de agosto cumplimos aquí 18 años, se inauguró en 2004 pero al momento no hemos visto que a las autoridades actuales les interese, lo mismo que a las de la administración pasada para el caso de Ulises Mejía, quien entabló conversaciones con nosotros porque quería hacer una plaza comercial pero ese hecho nunca se concretó”.
Cuando llueve, citó otra entrevistada, “nos mojamos por todos lados porque las aguas se chorrean tema que nos dijeron arreglarían pero, hasta el momento, seguimos igual”.
Chayo, integrante de la mesa directiva, informó que a ese mercado no se le asigna presupuesto, además que ellas no cuenten con liquidez para adquirir mercancía y la gente no tiene con qué trabajar.
“Nosotros no tenemos dinero para surtir, recuerda Rosario, quien señala que hace 18 años ahí se vendía de todo: bisutería, carnicería verduras, frutas y mucho más”.
“Las autoridades fueron las que lo abandonaron pues nunca han platicado con nosotras, al dejarnos a nuestra suerte en medio del desinterés; tenían en mente muchos planes como hacer una plaza con estacionamiento alrededor pero la poca gente que viene aquí se lleva una que otra cosita y no vuelven”.
Requerimos levantar el mercado pero no tenemos apoyo y mucha gente prefiere no abrir sus locales porque ya no tiene que vender.