DESPIDEN ENTRE APLAUSOS A URIEL MÁRQUEZ VALERIO

DESPIDEN ENTRE APLAUSOS A URIEL MÁRQUEZ VALERIO

Texto y fotos: Gabriel Rodríguez


ZACATECAS, ZAC.- Pasaban las 10 de la mañana de este viernes cuando en el teatro Fernando Calderón de la ciudad de Zacatecas, parientes, amigos, colaboradores, alumnos, ex rectores, políticos, medios y hasta curiosos dieron el último adiós al jurisconsulto zacatecano Uriel Márquez Valerio, fallecido la mañana del jueves 18 de mayo a los 85 años de edad.

Envueltos en llanto estuvieron con él sus familiares, su esposa Coyito e hijos Gabriel, Carmen, María del Socorro, Viridiana y José Gonzalo, además de sus nietos y diversos familiares.


LLEGAN RESTOS AL TEATRO CALDERÓN PARA PRIMER HOMENAJE

En un homenaje al que fue profesor y director de la Unidad Académica de Derecho, en el Teatro Calderón, el rector Rubén Ibarra Reyes indicó que “Márquez Valerio fue un hombre sabio, culto, noble y generoso, padre, hermano, abuelo y esposo, que tuvo la dicha de no solamente tener virtudes en su realización como ser humano, sino ser también un gran docente, prestigioso abogado, jurista reconocido a nivel estatal y nacional, además de ser funcionario de los tres poderes del estado”.

Márquez Valerio, dijo Ibarra Reyes, dejó un legado que debe ser honrado por la comunidad porque marcó un antes y un después dentro del estado de Zacatecas. “La gran comunidad universitaria rinde homenaje a ese gran ciudadano y honra su obra y sus lecciones, además de sus grandes consejos”.

Citó además que “fue un honor haberlo conocido en sus distintas facetas como docente, académico y funcionario, pero más que nada por el hecho de aprender de él en vida”.

Añadió que se trató de un personaje que fue y es ejemplo, “ya que no sólo cumplió con su deber al frente de las instituciones en las que se desempeñó, sino que luchó por dar un lugar a la juventud a su manera”.

“Pero su vida y su obra se quedan, sin duda, en todos aquellos que fuimos sus alumnos además de perpetuarse en los pasillos y los edificios, pero también dentro de las obras y estudios que contarán la historia de este multigalardonado y querido maestro”.

Márquez Valerio, detalló por último Ibarra Reyes, fue ejemplo de universitario, litigante, director, cuyo legado se inmortaliza en esta jornada y para quien pido un sentido aplauso.

El féretro lucía en medio del escenario teatral como marco de despedida de uno de los personajes zacatecanos más apreciados hace décadas en la capital y muchos municipios del estado.

Alrededor del féretro se montaron varias guardias de familiares, amigos, ex rectores y compañeros del abogado, luego de lo cual su hijo Uriel Márquez Cristerna hizo uso de la palabra “su muerte nos sorprendió en un momento difícil porque no la esperábamos ya que hasta ayer por la mañana estaba bien, quiero decir que se fue tranquilo, mientras bromeaba con todos”.

Márquez Cristerna indicó que un día anterior, el ex magistrado quiso caminar por las calles de su ciudad y que con posterioridad a ello consumió sus alimentos “simplemente se quedó en su cama, tomado de la mano de mi madre Coyito”.

También estuvieron ahí los hermanos del abogado, Yolanda, Juan José y Héctor por lo que Márquez Cristerna agradeció también a sus otros hermanos ya fallecidos, Elisa y Humberto.

La maestra universitaria Mariana Terán habría dicho antes de ingresar al recinto teatral que Márquez Valerio “fue siempre un ávido lector que estaba enterado de todo”, de modo que su hijo se sorprendía de que Márquez Valerio en ocasiones le hablara de box y “de otras cosas que yo no entendía porque mi padre siempre estaba en todo”.

De la misma manera, hicieron acto de presencia las familias Márquez Valerio, Márquez Cristerna, García Márquez, López Márquez, Márquez Romo, Márquez Ruiz Esparza y otras.

Al final, Uriel Márquez Cristerna citó al escritor Carlos Fuentes, quien habría dicho alguna vez: “¡Qué injusta, ¡qué maldita, qué cabrona es la muerte que no nos mata a nosotros, sino a los que amamos!”.


SE LE HONRA EN TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

Momentos después, los restos del maestro fueron trasladados para ser honrados por magistrados de Zacatecas, legisladores, políticos y el propio gobernador del estado, David Monreal, sin faltar el fiscal Francisco Murillo Ruiseco y otras personalidades.

Ahí, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas (TSJEZ), Arturo Nahle, señaló que Uriel Márquez fue un excelso estudioso que en sus ocho décadas no dejó de leer, escribir, publicar y devorar bibliotecas enteras, “los textos jurídicos eran sus preferidos, pero le fascinaban los clásicos, romanos, griegos e historia, en especial la de México”.

“Fue un liberal drástico por no decir fundamental, además de buen esposo amoroso al lado de su esposa e hijos y engendrador de valores como prudencia, respeto, disciplina, lealtad, amor a la patria y otros”, añadió.

“Fue el mejor maestro, insistente, perseverante, capaz de imbuir en sus alumnos la pasión por el derecho, sobre todo el derecho constitucional y el amparo porque decía que el amparo es maravilloso y orgullosamente mexicano, señalaba”, precisó Nahle García.

Luego de la alocución de Arturo Nahle, representantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial montaron guardias de honor alrededor del féretro del jurisconsulto en medio solemnes de toques de queda de una banda militar que coronó el evento.

“Lo definiría como un litigante profesional capaz de redactar demandas, juicios, conclusiones, incidentes y agravios, cuyos alegatos eran elocuentes piezas de oratoria dignas de un juicio de Jesús”, indicó también Arturo Nahle.

“Fue además un legislador serio, profundo y experimentado, destacó Nahle, y le asistió toda la razón al ser un procurador implacable, un político conciliador y sensible y como secretario general de Gobierno un ser humano incapaz de reprimir o tratar de imponer la fuerza sobre la razón”.

Citó al concluir que fue un gran juez y magistrado, conductor de los destinos del Poder Judicial con talento al que siempre definiremos “como un hombre justo y ejemplo a seguir, pero en lo personal lo defino yo como un amigo afable al que siempre acudí para un consejo, dispuesto a ayudar, colaborar y compartir de manera generosa su aguda inteligencia y vasta cultura general”.


FUE DESPEDIDO EN CATEDRAL

Al concluir la ceremonia de cuerpo presente en dos sedes distintas, el maestro, director académico, juez y magistrado, fue llevado a la Catedral zacatecana, donde se le hizo una misa de cuerpo presidida por el Obispo Sigifredo Noriega Barceló.

Al llegar al recinto sagrado, externó sus condolencias a los familiares del maestro Uriel, y fue al concluir la celebración como se le rindió un último adiós.


ALGO DE SU FORMACIÓN 

Uriel Márquez Valerio nació en Villanueva en 1938; su carrera profesional se vio respaldada por una gran trayectoria académica. 

Fue licenciado en Derecho, maestro en Ciencias Políticas, Derecho Constitucional y en Estudios Electorales. 

Dentro de la academia, fungió como director de la Unidad Académica de Economía; director de la Unidad Académica de Derecho; profesor en la Unidad Académica de Derecho; profesor en la Unidad Académica de Ciencia Política y Estudios Electorales.

Dentro de la función pública, algunos de los cargos más destacados en los que se desempeñó fueron secretario del Juzgado Municipal de Zacatecas, Juez Municipal de Zacatecas, agente del Ministerio Público, procurador general de Justicia de Zacatecas, diputado por el V Distrito Electoral, secretario General del Gobierno de Zacatecas y presidente del Tribunal Superior de Justicia de Zacatecas.




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