DE OTROS VIAJES SIN RETORNO
Luisa Leal
GUADALUPE, ZAC.- Una sucia cobija, cartones y plásticos son la compañía de un hombre que emprendió un viaje de esos de los que es difícil retornar, al cruzar de manera constante entre la realidad y las alucinaciones. Un deplorable estado mental junto con una adicción lo mantiene con el cielo por techo, durmiendo donde la noche lo alcance y comiendo lo que alguna alma caritativa le comparta o llegue a encontrar en botes de basura.