OFRECE COMEDOR ALIMENTOS HECHOS CON EL CORAZÓN
Texto y fotos: Tanya Ortiz
GUADALUPE, ZAC.- A las 9 de la mañana se abren las puertas del comedor comunitario Santa María de Guadalupe y como desde hace poco más de cinco años, Patricia Castañeda y Leticia Rodríguez se aprestan para servir alimentos calientes sin costo alguno a quien los pida.
Así, con singular alegría llegó don Ismael Ortiz, habitual usuario del comedor que suele pedir un platillo para él y otro para su amigo, “al que no puedo dejar solo, así que le llevo un poco de comida y seguimos siendo amigos”.
Con una franca sonrisa, afable y platicador, don Ismael pide a doña Leticia repartir en dos platos los frijoles que les quedan. Un plato será para él y otro para su amigo. Un poco de salsa no estaría mal, pero quien despacha le dice que ya se terminó, así que le ofrece un chile “de amor” (de a mordidas) para completar su platillo, a lo que él aceptó gustoso.
“De una vez unas tortillitas por favor”, le pide don Ismael.
Dar amor al prójimo
El menú del desayuno de este jueves fue papas con huevo y chile, frijoles guisados y sopa, con tortillas de harina o de maíz. Para acompañar, los usuarios pudieron elegir entre un vaso de atole de avena o café de olla.
En este comedor comunitario se ofrecen desayunos a partir de las 9 de la mañana, los martes y los jueves. Lunes, miércoles y viernes no hay desayuno, pero sí comida que se empieza a servir a la 1 de la tarde.
Debido a la pandemia que comenzó en el 2020, el comedor cerró sus puertas a los comensales, no así el servicio. Antes, cada persona que llegaba a solicitar un alimento podía degustarlo en el interior, en alguna de las mesas y bancas dispuestas para ellos.
Ahora, un cristal de acrílico separa a los usuarios de las cocineras y repartidoras, “para protección de ellos y de nosotras”, explica doña Patricia, quien tiene poco más de cinco años, de los ocho que tiene el comedor, de otorgar su esfuerzo y su tiempo en este comedor, sin ninguna remuneración de por medio.
“No hacemos ninguna labor altruista. Lo que hacemos es dar amor al prójimo, al necesitado, al vulnerable. Una comida hecha con el corazón es lo que podemos ofrecer", resaltó doña Patricia.
Los días de desayuno se sirven entre 35 y 43 platos. Los días que hay comida, el servicio se ha llegado a extender hasta los 60 usuarios. Muchos de ellos son trabajadores del Departamento de Limpia del Ayuntamiento de Guadalupe.
Otros tantos, como María, son personas con alguna discapacidad intelectual; y hay otros tantos que están en situación de calle, como un joven de unos 25 años que, huraño, desconfiaba de las fotografías, pero estaba atento a lo que otros comensales expresaban.
La Divina Providencia sostiene al comedor
Personas de buen corazón, como doña Patricia y doña Leticia, sostienen este comedor en la parte operativa, ya que ofrecen sus conocimientos en el arte culinario y su tiempo para preparar la comida y servir a los usuarios.
Otras personas, anónimas la mayoría, son las que lo sostienen con los alimentos que se han de preparar o con dinero en efectivo para las compras que necesiten hacer.
Los comensales disfrutan de un platillo bien servido, sin costo alguno, y a la mayoría se le sirve dos veces. “Por eso, este comedor se sostiene de la Divina Providencia. Gente de buen corazón que se desprende de lo poco que tiene, en especie, con dinero o con tiempo, y lo otorga para esta buena causa”.
El comedor está abierto de lunes a viernes, de 9 a 3 de la tarde aproximadamente; tiene las puertas abiertas para recibir a todo aquél que quiera un plato de comida, tenga o no posibilidades de pagarlo en algún restaurante.
También las tiene abiertas para recibir donaciones y quien desee, puede llevar cualquier alimento como cereales, frutas, verduras, especias o incluso vasos y platos desechables, “en esta casa todo es bienvenido”.
Mientras, algunos de los comensales disfrutan de sus alimentos sentados en la banqueta, frente al museo de Guadalupe, cobijados por los rayos del sol, y otros deciden llevárselos a su casa, como don Ismael que contento compartirá la comida con su amigo.