TEXTO Y FOTOS: ESTHER DÁVILA / ENVIADA ESPECIAL
CIUDAD DE MÉXICO.- Esperanza, fe y tradición congregaron a millones de peregrinos en la Basílica de Guadalupe para cantar las mañanitas a Virgen en su día, festejar y agradecer los milagros de Santa María de Guadalupe que, de acuerdo a la Iglesia Católica apareció en el cerro del Tepeyac en 1531 y se reveló a Juan Diego en lo que es considerado por estudiosos, la nueva evangelizadora de América.
Desde tempranas horas la Calzada Guadalupe en el corazón del país, recibió caravanas de mexicanos y centroamericanos que peregrinan por días, descalzos, con imágenes de bulto, medallas, personificaciones, en sillas de ruedas y de rodillas para llegar y ofrecer sus suplicas y agradecer los favores a la “Morenita”, madre también llamada de todos los mexicanos.
Calles aledañas a la delegación Gustavo A. Madero, Viaducto Interior, entre otras fueron cerradas desde temprana hora para dar paso a los millones de peregrinos que esperan llegar hasta la Guadalupana y escuchar misa, persignarse, acampar y cantar las mañanitas en uno de los centros religiosos más visitados del país, con 18 millones de personas al año y 11 millones entre el 10 y 12 de diciembre, de acuerdo a datos de la Secretaria de Turismo capitalina y con 150 mil personas por hora de acuerdo con Protección Civil de la Ciudad de México con corte a las 2 de la tarde.
De acuerdo con la tradición católica y estudios históricos con la veneración a la virgen de Guadalupe, se consolida el mestizaje, la independencia, así como la defensa de la fe y de la Iglesia, esto al considerar que el “guadalupanismo es la sangre que corre por las venas de la nación mexicana desde sus cimientos hasta nuestros días, toda vez que la presencia guadalupana se manifestó de nuevo con gran fuerza durante el movimiento de Independencia, el mismo día del “grito” de Dolores, ya que la Virgen Morena fue la insignia insurgente en la lucha por la independencia, siendo José María Morelos fue uno de los jefes más devotos.
De acuerdo a documentos de Fomento Cultural Banamex, la imagen de María de Guadalupe se convertiría en el puente para unir las dos sangres fundadoras, “la española y la indígena, para más tarde acoger a todos, africanos y asiáticos y sus múltiples mezclas. Guadalupe es la primera mestiza, desde entonces, la Virgen de Guadalupe ha sido no únicamente el símbolo más sólido de la mexicanidad, sino la compañera inseparable de la nación en los capítulos más relevantes de su historia, y la madre espiritual a la que diariamente acuden millones de mexicanos en busca de protección y consuelo”.
